Ciudad Juárez: la bomba de relojería de la crisis migratoria

Las dramáticas imágenes de familiares llorando frente al Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez y de los cuerpos de los migrantes siendo arrastrados tras el incendio que cobró al menos 40 vidas el martes llenaron las portadas de los medios internacionales. Pero el hecho, provocado por una protesta de detenidos a la espera de ser deportados, es solo el último eslabón de una larga cadena de hechos que han ido alimentando la tensión por el flujo migratorio en la ciudad de Chihuahua.

Desde que la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a derogar el Título 42, la medida de la era Trump que permite expulsar a los migrantes de Estados Unidos casi automáticamente, las masas de viajeros varados en el lado mexicano de la frontera han engrosado sus filas. Hubo señales de alerta a principios de año, cuando los migrantes denunciaron que la aplicación lanzada por las autoridades estadounidenses para agendar las audiencias de sus casos había colapsado.

Otra alerta se dio a principios de marzo, cuando se reportó que migrantes y autoridades migratorias se habían enfrentado en la ciudad. El 13 de marzo, cientos de migrantes ingresaron a la fuerza al puente entre Ciudad Juárez y El Paso. El incendio en el centro de migración ha destapado una crisis que se venía gestando desde hace meses y ha puesto de manifiesto los malos tratos que reciben los migrantes por parte de las autoridades estadounidenses y mexicanas, en una ciudad que se ha convertido en el epicentro de la crisis internacional.

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By México Actualidad

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