La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió este lunes a las recientes declaraciones de Donald Trump, quien aseguró que a su regreso a la Casa Blanca tomará medidas drásticas contra la inmigración ilegal y designará a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas internacionales”. Sheinbaum señaló que México es un país soberano e independiente y destacó que la relación bilateral con Estados Unidos debe basarse en el respeto mutuo y la cooperación, sin aceptar injerencias externas.
En su conferencia matutina, la presidenta recomendó una cuidadosa interpretación de las palabras del recién elegido presidente de Estados Unidos. “No hay que dejarse atrapar por los temas y simplemente escuchar atentamente lo que dice”, comentó. Además, expresó su convicción de que, así como Donald Trump tuvo una relación de respeto con el expresidente Andrés Manuel López Obrador, una relación similar se puede forjar durante su administración. “Estoy segura de que tendremos una buena relación y cuando tengamos que hablar, personalmente o a través de los equipos, así será”, afirmó.
Los comentarios de Sheinbaum se producen después de que Trump asistiera a un evento con partidarios en Phoenix, Arizona, donde expuso algunas de sus políticas prioritarias cuando asuma nuevamente el cargo en enero. Durante su discurso, Trump prometió deportar a todos los pandilleros extranjeros, designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras y utilizar “todo el poder” de las fuerzas del orden federales, incluido el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y la Patrulla Fronteriza.
Ante estos anuncios, Sheinbaum reiteró que la relación con EE.UU. no debe interpretarse como subordinación, sino como cooperación entre naciones iguales. “México es un país libre, soberano e independiente y no aceptamos injerencias”, afirmó con firmeza. La presidenta también dejó claro que su gobierno no permitirá que la política estadounidense interfiera en los asuntos internos del país.
Aunque Sheinbaum admitió que aún no ha tenido nuevas comunicaciones con Donald Trump desde su victoria electoral, explicó que esto se debe a que el equipo del presidente electo aún necesita ser ratificado por el Senado estadounidense. Sin embargo, aseguró que llegado el momento se harán contactos con la nueva administración para explorar acuerdos y mantener abiertos los canales de diálogo.
La presidenta recordó que ya mantuvo dos conversaciones telefónicas con Trump en noviembre pasado, tras su victoria electoral. Según Sheinbaum, ambas conversaciones fueron cordiales, aunque tras la segunda tuvo que aclarar públicamente que nunca mencionaría la posibilidad de cerrar la frontera como parte de la política bilateral. El comentario se produjo en medio de especulaciones sobre posibles medidas restrictivas del flujo fronterizo.
La posición de Sheinbaum refleja el enfoque de su gobierno en política exterior, que prioriza la defensa de la soberanía nacional y el fortalecimiento de las relaciones internacionales basadas en el respeto mutuo. El presidente también enfatizó que cualquier diálogo con Estados Unidos debe centrarse en soluciones que beneficien a ambas naciones, sin poner en riesgo la independencia de México.
Las declaraciones de Trump sobre los cárteles y la inmigración ilegal han generado preocupación tanto en México como en Estados Unidos. La posibilidad de designar a los cárteles como organizaciones terroristas podría tener implicaciones importantes para las relaciones bilaterales, incluida una mayor presión política y económica sobre el gobierno mexicano. Sin embargo, Sheinbaum dejó en claro que si bien su administración está dispuesta a cooperar en temas de seguridad y migración, no permitirá que estas iniciativas amenacen la soberanía del país.
En este sentido, Sheinbaum enfatizó que los desafíos comunes, como el narcotráfico y la migración, deben abordarse a través del respeto y la cooperación efectiva, en lugar de medidas unilaterales que podrían crear tensiones adicionales. El presidente confía en que una vez que el equipo de Trump esté completamente formado, será posible establecer un diálogo constructivo para abordar estos desafíos compartidos.
A medida que se acerca el inicio del nuevo mandato de Trump, la relación entre México y Estados Unidos enfrenta un panorama complejo. Las declaraciones del presidente electo, combinadas con la férrea defensa de la soberanía por parte de Sheinbaum, auguran un período de intensas negociaciones que definirán el rumbo de las relaciones bilaterales en los años venideros. Por ahora, México se mantiene firme en su postura de respeto mutuo y no interferencia mientras se prepara para enfrentar los desafíos que puedan surgir en este nuevo capítulo en las relaciones con su vecino del norte.