García Harfuch, el policía que lidera las encuestas sin haber levantado la mano para ser candidato

Las encuestas se obstinan en declarar ganador al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, en junio de 2024, el secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch. Por eso, decenas de páginas web se preguntan estos días quién es García Harfuch, su vida y sus milagros. Pero la pregunta no es quién, sino por qué. ¿Por qué el público otorga más de 20 puntos por encima de sus supuestos adversarios políticos a un hombre que en repetidas ocasiones ha descartado postularse para ese puesto? ¿Por qué algunos de los escándalos que acompañan la carrera de este policía licenciado en derecho no empañan lo más mínimo su imagen? ¿Por qué los votantes piensan que el secretario es la figura ideal para encauzar el destino de una de las ciudades más grandes y complejas del mundo en la dirección correcta? Se pueden aventurar algunas razones.

Omar Hamid García Harfuch, de 40 años, es una persona discreta en sus manifestaciones públicas, que dedica a mencionar brevemente sus logros en la seguridad de la ciudad, donde las estadísticas reflejan una disminución notable de homicidios y otros delitos. La supuesta tranquilidad social también se mide en la percepción de los ciudadanos y es probable que en la capital hayan notado esa eficiencia policial para combatir el crimen que esgrime el gobierno local. La Ciudad de México es una de esas pocas “islas de paz” que mencionan los estudiosos de la violencia que se vive en prácticamente todo el país, una de las mayores preocupaciones de los mexicanos. No es de extrañar, pues, que en estas circunstancias se valoren los méritos del jefe de policía y se haga apto para llevar el timón de todo el barco.

Pero lo que realmente puso a García Harfuch en el mapa fue lo que estuvo a punto de sacarlo de él: un espectacular ataque del Cártel Jalisco Nueva Generación con más de 400 balazos que mató a sus dos guardaespaldas y a una mujer que pasaba, y que se lo llevó. al hospital con tres disparos en el cuerpo. El Tigre, como le llamaban entre los suyos, mostró porte taurino y antes de entrar al quirófano envió un tuit a toda la población contando lo sucedido. En circunstancias como esta, algunos políticos han visto abierto el camino para ganar las urnas, tal es la empatía que genera el caso entre la ciudadanía. “Eso lo reconoció entre la gente como alguien que está enfrentando la delincuencia y afectando los intereses del crimen organizado”, dice el antropólogo Héctor Tejera Gaona, de la Universidad Autónoma de México (UAM). Lo mismo que dice Francisco Abundis, de la consultora Parametría: “Este ataque lo hace ver como alguien muy real, que no finge, que está dispuesto a dar su vida, la de su familia y ni siquiera ha levantado la mano para postularse para candidato. ”.

Omar García Harfuch, en su oficina en la Ciudad de México, el 29 de julio de 2022. Héctor Guerrero

Hasta aquí los dos expertos coinciden, en todo lo demás, en lo que se refiere a su futuro político inmediato, presentan dos escenarios casi antagónicos. No se le ve como posible candidato, aunque cuenta con la simpatía de la ciudadanía. El otro cree que puede ser la revelación de la temporada. Y lo explican así: “La estructura política de la ciudad no lo contempla como candidato, no creo que Morena le dé ese espacio, no tiene redes políticas y en la Ciudad de México el 40% de los votos se mueve a través de redes, es decir, programas de apoyo, grupos organizados, todo aquello en lo que las organizaciones políticas puedan incidir en las familias. No está haciendo política ni tiene un grupo social que lo apoye”, dice Tejera Gaona.

Estos inconvenientes son para Francisco Abundis un puñado de ventajas: “El mejor para gobernar es el que no quiere hacerlo, el que se supone que no tiene esa ambición”, dice, interpretando a Max Weber. El cobijo bajo las siglas de Morena “no importaría tanto, es más, puede jugar a su favor el no tener esas redes partidarias. Al fin y al cabo, buena parte de lo que se perdió en la ciudad en las elecciones de 2021 se debió a una “Voto antimorena. Entonces este candidato podría funcionar. Morena tiene una posición muy complicada en la capital y ese es un elemento de coyuntura que sugiere que Harfuch puede tener una oportunidad”. Entonces, aunque se ve políticamente débil, parece un muy candidato fuerte electoralmente, según Abundis.“Le pasa lo contrario de lo que le pasa a otros, que políticamente tienen mucha red, pero electoralmente no funcionan”.

“El secretario de Seguridad fue captado con poca ropa y con su perrito peludo entre las piernas”. La frase da que pensar, pero hay que hacerlo en la dirección correcta: se trata de una foto que los internautas han subido a Twitter en la que aparece Harfuch con camiseta y bermudas de gimnasia acariciando a un perro negro en su regazo, sentado en la suelo con las piernas cruzadas. No habría mucho que comentar, si no fuera porque el policía rara vez se despoja de una imagen institucional en público, con el pelo peinado como si acabara de salir de la bañera, con el traje bien arreglado y el atar en su lugar. Si la foto no es robada, y no lo parece, es el gesto más político que se ha visto nunca, una imagen cien por cien de campaña. ¿Realmente no tiene intención de saltar a la arena electoral?

“Es guapo, sí, tiene cartel, claro que lo es”, dice Tejera Gaona. “Pero no creo que la gente lo vea con la oportunidad de resolver los problemas de una ciudad como esta. Martí Batres, Clara Brugada o Ricardo Monreal tienen más ocasiones. No está en la imaginación como un candidato plausible, es más como un rumor que anda dando vueltas, pero no está jugando en términos políticos, es un administrador policial, no un administrador de la ciudad”, afirma. Este especialista en Procesos Políticos, Ciudadanía y Participación considera que el área de crecimiento de Harfuch es la Seguridad. Muchos piensan que, si la actual alcaldesa, Claudia Sheinbaum, llega a ser presidenta del país, será secretaria de Seguridad federal. Ambos han manifestado su voluntad de seguir trabajando juntos. “Los candidatos presidenciales son los que van a imponer el cártel de Morena en la ciudad y Harfuch puede ser un hombre de Claudia Sheinbaum, pero como es disciplinado no va a competir con ella, ni siquiera como jefe de gobierno de la capital”, dice. el experto. .

De nuevo, Abundis discrepa de medio a medio. Cree que este perfil eminentemente policial es “lo que la gente busca”. “Es un buen comunicador y carismático e impone seguridad”. Tiene, dice, ventaja sobre otros nombres que se barajan, como el de Clara Brugada, mujer partidaria y alcaldesa de Iztapalapa, el territorio donde mejor se cuida la consigna morenista que reza: primero los pobres. “Si sacas a Brugada de Iztapalapa, ya no tiene la misma fuerza, sin embargo, Harfuch está por toda la ciudad, ya saca un tema para exponer a la ciudadanía”.

Si tras su ataque las luces se apagaron un rato, llegó otro ataque para encenderlas, el del periodista Ciro Gómez Leyva, quien también sobrevivió a las balas que se estrelló en su auto camino a su casa. Ese asunto, de relevancia nacional, nos permitió mostrar, una vez más, la mejor versión del policía, quien pronto apareció ante los medios, infundiendo tranquilidad y confianza en el trabajo de los uniformados, en un país donde los agentes no disfrutan. la mejor reputación. En un corto período de tiempo, se publicaron imágenes de cámaras de la calle que anunciaron una investigación rigurosa. Un mes después, a mediados de enero, se anunció la detención de 11 personas relacionadas con el caso. La fama de Harfuch creció.

    García Harfuch observa las cámaras de vigilancia en su oficina, el 29 de julio de 2022.
García Harfuch observa las cámaras de vigilancia en su oficina, el 29 de julio de 2022. Héctor Guerrero

Lo que nadie cuestiona es que la ciudad está consolidando buenas prácticas policiales y eso no es decir poco en un país como México. La paradoja que plantean los dos atentados, el de Harfuch y el de Gómez Leyva, es que cuanto más evidente fue la penetración del crimen en el corazón de la ciudad, más clara aparecía en el imaginario de los ciudadanos la sensación de estar en la ciudad. buenas manos. Y eso es lo que parece prevalecer, más allá de las dificultades que enfrentó recientemente el Secretario de Seguridad, cuando las pruebas emanadas de la investigación por la muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, lo ubicaron nuevamente en su perfil menos halagador: el de un funcionario perseguido por el pasado de su padre y su abuelo, ambos en tareas de Seguridad cuando se cometieron algunas de las mayores atrocidades contra la población del México contemporáneo. Si los persiguió la sangre de Tlatelolco y la guerra sucia, la fotografía de Harfuch quedó empañada por su presencia, documentada en papeles de Defensa, en un escenario macabro, el de Iguala, el 7 y 8 de octubre de 2014, cuando era comisario en la División de Gendarmería de la Policía Federal. Siempre dijo que para entonces ya estaba destinado en Michoacán, pero los indicios son tercos.

Sheinbaum ha salido a defender su honestidad en varias ocasiones y la mancha en el expediente policial parece haberse desvanecido con el tiempo, como la tinta en documentos antiguos. Hasta que uno se convierte en candidato y las cloacas se vuelven volcanes.

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By México Actualidad

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