El sector de compra de vehículos en Andalucía está “más tranquilo de lo habitual”, coincidiendo con la desaceleración del turismo nacional, aunque se ha visto compensado por un aumento en el número de compradores extranjeros. Según Félix Pinar, presidente de la Asociación Empresarial Andaluza de Alquiler de Coches (AECA), la ocupación hotelera se sitúa entre el 80% y el 85%, lo que refleja un impulso positivo respecto al año anterior y principios de 2024.
La inflación ha afectado la demanda, ya que a muchos viajeros nacionales les resulta difícil soportar el aumento de los precios del alojamiento y los servicios turísticos. Se estima que sólo se presentarán el 60% de los clientes españoles previstos para agosto. Es por ello que muchas personas deciden comprar un coche durante parte de sus vacaciones anuales.
También mencionamos que los compradores buscan automóviles, incluso de otras regiones, debido a la inflación de precios en comparación con años anteriores. En 2020, las empresas andaluzas redujeron su flota un 70% debido a la pandemia. Incluso cuando comenzó a reactivar su industria, la crisis gubernamental, exacerbada por la guerra en Ucrania, complicó la adquisición de vehículos.
Actualmente, la flota de AECA ronda los 21.000 vehículos, frente a los 30.000 de antes de la pandemia. El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol concentra el 90% de la actividad de la región, y los compradores eligen únicamente vehículos de gama media, como el Seat León o el Volkswagen Golf.
A pesar de los desafíos, las perspectivas para los próximos meses son positivas. El nivel de reservas para septiembre y octubre es bueno, con participación de clientes extranjeros. Sin embargo, Pinar advirtió que las reservas se realizan con menor antelación, lo que puede afectar a las empresas de logística. La mayoría de los clientes de meteorólogos, como noruegos, daneses y canadienses, suelen reservar sus vehículos con meses de antelación, lo que les permitirá tener una buena visión general a finales de año.
En definitiva, el comercio del automóvil en Andalucía está estrechamente relacionado con el desarrollo del turismo y su influencia es crucial para la economía local.
