México prohíbe maíz transgénico para masa y tortillas, pero lo permite para consumo animal: las claves del nuevo decreto presidencial

Un hombre coloca masa de maíz en una de las máquinas de una tortillería en la Ciudad de México.Publicación futura (imágenes falsas)

El Gobierno de López Obrador publicó in extremis un nuevo decreto que abre las fronteras comerciales al maíz transgénico para uso forrajero e industrial y solo lo cierra para consumo humano. Ante una inminente disputa comercial con Estados Unidos por granos genéticamente modificados, la tarde de este martes, la Administración federal mexicana ha emitido un nuevo documento con una precisión que no estaba presente en el decreto anterior, emitido en diciembre de 2020. Con los cambios Sobre el maíz importaciones y el uso de glifosato, México pretende evitar una nueva batalla comercial con EE.UU. en el marco del Tratado de Libre Comercio (TMEC). Washington amenazó días atrás con escalar el conflicto si su contraparte no explicaba con argumentos científicos la prohibición del maíz transgénico.

El asunto no es menor, México es el principal cliente de Estados Unidos en este grano, el año pasado adquirió más de 15 millones de toneladas de maíz transgénico. Hasta el momento, el gobierno estadounidense no se ha pronunciado sobre las modificaciones redactadas por el Ejecutivo mexicano horas antes de que venza el plazo dado por Washington para obtener los argumentos científicos en los que el gobierno mexicano basó su veto al maíz transgénico. “Este decreto elimina toda la incertidumbre que tenía el anterior, que no era claro ni preciso. Lo que sí está claro para el sector ganadero e industrial es que se permitirá la importación de maíz, principalmente amarillo, para este sector”, dice Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GMCA).

El especialista, sin embargo, dice que aún está en el aire si Estados Unidos estará de acuerdo con esta respuesta o pedirá más razones sobre este veto parcial que siguen manteniendo las autoridades mexicanas al maíz transgénico. “Aunque importamos mucho más maíz amarillo, el maíz blanco que importamos, entre 600 mil y un millón de toneladas, lo traemos de Estados Unidos o Sudáfrica y esto sirve para abastecer el mercado del sureste o la península mexicana, si es transgénico. el maíz no está permitido”. modificado para la península o el sureste, seguramente veremos el efecto en los precios de esta zona, ya que trasladar maíz blanco nacional a ese mercado será más caro”, pronostica.

Además de permitir la importación de maíz transgénico para uso industrial, el nuevo decreto establece un período gradual para la prohibición total del glifosato —el herbicida más utilizado en el mundo— del 14 de febrero al 31 de marzo de 2024. En el decreto original el plazo era el 31 de enero de 2024. En paralelo, el mandatario establece que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) integrará un protocolo de investigación conjunta para realizar un estudio sobre el consumo de maíz transgénico y posibles daños a la salud.

Alejandro Luna Arena, socio de Santamarina + Steta, asegura que México tomó una decisión técnicamente correcta porque no tenía los fundamentos científicos para vencer a EE.UU. en un panel de disputas comerciales. Además, aseguró, el Gobierno de López Obrador mostró cierta capacidad de negociación que no había mostrado en otros conflictos y solo queda mal ante un reducido grupo de consumidores y ambientalistas. “Las negociaciones entre bastidores funcionaron para Estados Unidos, mientras que la entrada en vigor de la medida fue pospuesta parcialmente y, por otro lado, lograron asegurar que el 90% de las importaciones de maíz que compra México no caerán dentro cuál era el alcance del decreto”, zanja.

A lo largo de su Administración, el Gobierno de López Obrador ha ido cambiando su postura frente al maíz transgénico. En diciembre de 2020, el Ejecutivo emitió un decreto en el que fijó como fecha límite para el uso de glifosato el 31 de enero de 2024 y preveía en esa fecha la sustitución total por maíz en grano transgénico, sin embargo, ante el reclamo de productores de ambos lados del En la frontera, meses después, las autoridades federales anunciaron que ese plazo se extendería hasta 2025. Sin embargo, la postergación le pareció insuficiente a EE.UU. y atacó llevar el caso ante un panel comercial del TMEC. Ahora, el nuevo decreto parece blindar, al menos, las millones de toneladas de maíz importadas para uso forrajero e industrial. La Administración mexicana espera la respuesta de Washington.

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By México Actualidad

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