Las autoridades del Reclusorio Norte han vuelto a trasladar este viernes al exfiscal general de la República Jesús Murillo Karam a la Torre Médica de Tepepan, en el sur de Ciudad de México, esta vez para ser atendido por hipertensión. La decisión del personal penitenciario se ha producido tras la petición presentada por su defensa, que califica de “preocupante” el deterioro de su salud. Es la segunda vez que el exfuncionario acude al centro médico en los últimos meses. El 30 de noviembre ingresó para recuperarse de una cirugía de urgencia.
La defensa de Murillo Karam ha tratado de convencer a las autoridades en varias ocasiones para que el exfiscal cumpla con la prisión preventiva domiciliaria, debido a la enfermedad pulmonar obstructiva y enfermedades cardiovasculares que padece. Hasta ahora, la Justicia ha rechazado esta posibilidad por el riesgo de fuga.
El abogado del exfuncionario, José Javier López García, ha vuelto a calificar la prisión preventiva de su defendido como “peligrosa y desproporcionada”. El exfuncionario fue detenido el 19 de agosto por su presunta participación en los delitos de desaparición forzada, tortura y obstrucción a la justicia, en el marco de las investigaciones del Ministerio Público. caso ayotzinapa. Hasta el momento sigue a la espera de una decisión judicial.
Murillo Karam salió del Reclusorio Norte el 19 de octubre para asistir a una cita médica en el Hospital Xoco. Pocas semanas después, ya los 74 años, ingresó en el Hospital Belisario Domínguez para someterse a una endarterectomía carotídea de alto riesgo, una intervención para eliminar las placas que obstruyen las arterias para normalizar su flujo sanguíneo. Finalmente, fue internado en la Torre Médica de Tepepan, a donde regresó este viernes.
“Expresamos nuestra preocupación por el visible deterioro que ha sufrido la salud de Murillo Karam, por lo que solicitamos con insistencia a las autoridades médicas y penitenciarias que sea trasladado a un hospital”, manifestó su defensa pocas horas antes de que se produjera el traslado. . En el comunicado, mantuvieron su “preocupación” ante la posibilidad de que “un evento cerebrovascular” -es decir, un posible empeoramiento de las enfermedades que padece- pueda ser atendido tarde en el centro de reclusión y acabe planteando una “permanencia o muerte”. riesgo.” ”.
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