El actor Octavio Ocaña fue baleado en la sien por policías del Estado de México el 29 de octubre de 2021, según un nuevo dictamen de experto independiente esta semana. El informe desmiente la hipótesis inicial de la Fiscalía del Estado, que argumentaba que el intérprete se suicidó durante una huida a toda velocidad en coche de los agentes municipales que le perseguían. El estudio, al que ha tenido acceso este diario, fue encargado por la familia Ocaña en febrero del año pasado, concluyó en agosto y fue anunciado este martes. “Eso lo supe desde el principio: mataron a mi hijo, siempre tuve eso en la cabeza. La cosa es atrapar a los culpables y decir por qué y cómo y quién de los dos tipos fue el que lo mató”, dice ahora en una entrevista telefónica con EL PAÍS Octavio Pérez, padre de la víctima.
“El último año y cinco meses han sido muy duros. Yo fui quien lo hizo actor, lo apoyé toda su vida, desde los cinco años estuvo conmigo hasta que murió. Siempre juntos de la mano, nos llamábamos tres veces al día. Pero mi mujer es la más afectada, con él tuve una relación muy madre-hijo. Mi esposa y mis dos hijas están muertas en vida. Es algo que no le deseo a nadie, la verdad. Estamos muy indignados”, dice Pérez.
Esa tarde de octubre de 2021, Ocaña y dos amigos manejaban por la carretera Lechería-Chamapa cuando dos policías, identificados como Leopoldo y Gerardo, comenzaron a perseguirlos, aún no se sabe por qué. El vehículo de los agentes golpeó la parte trasera del automóvil del actor, quien perdió el control del automóvil y se estrelló contra un montículo de tierra. El primer relato de la Fiscalía defendió que Ocaña tenía una pistola en la mano derecha, “y producto de la dinámica del hecho [el accidente de tráfico] jale el gatillo del arma”: se disparó en la cabeza.
El nuevo peritaje ofrece un relato diferente de los hechos: luego de que su vehículo chocara, Ocaña y sus amigos fueron “sometidos y obligados a descender” por la policía. El actor yacía boca abajo, con la cabeza inclinada hacia la derecha sobre el asfalto. Luego, “una persona que estaba parada a su izquierda a más de un metro de distancia dispara un tiro hacia la región craneal” del intérprete, siempre según el estudio. Posteriormente, los agentes colocaron el cuerpo “todavía con vida” de Ocaña nuevamente en el asiento del conductor, mientras grababan videos, que luego se publicaron en Internet, de cómo el joven de 22 años se desangraba hasta morir.
Leopoldo fue arrestado. Gerardo huyó de la justicia y sobre él pesa una orden de captura internacional de la Interpol. Este miércoles, tras la revelación del dictamen pericial, el padre de Ocaña se reunió con los responsables del Ministerio Público. “Hay muchos avances, en 15 días sentencian al policía que está en el penal. Tienen una recompensa de 600.000 pesos por la cabeza del que se da a la fuga, lo están buscando, ya saben dónde está, en un rato se cae”, dice.
Pérez asegura que la Fiscalía ha aceptado el dictamen pericial independiente encargado por la familia y van a acusar a Leopoldo de homicidio doloso. “Provocaron la muerte de mi hijo”, reitera el hombre, “es fundamental atrapar al otro tipo [Gerardo]En cuanto lo atrapen, va a cantar, va a decir que sí lo disparó y lo mató”, dice.
El padre de Ocaña confiesa que ahora está “un poco más tranquilo” que cuando pasó todo. “No soy tan rápido, porque tenemos un culpable en la cárcel y el otro seguro cae”. Defiende que la Fiscalía está colaborando con ellos: “Estamos trabajando de la mano”, pero arremete contra el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo: “Es un bruto e inepto, siempre lo he dicho “Él nunca me dio la cara. El Estado fue genial para ese hombre”. El Ministerio Público, consultado por EL PAÍS, ha reiterado: “Es un proceso en curso, la Fiscalía no se pronunciará”.
“Primero muerto antes de que no se haga justicia, es una promesa a mi hijo. No me quedo con este caso, voy a ayudar a las personas que están pasando por lo que estoy pasando, voy a luchar por las personas que han perdido a sus hijos. Policías corruptos que encontramos, policías corruptos que van a la cárcel”, sentencia Pérez. Sin embargo, el hombre prefiere quedarse con las muestras de cariño que, dice, desde todo el mundo han querido enviar a Ocaña, popular intérprete de la serie de Televisa. vecinos. “Costa Rica, Panamá, Buenos Aires, España, Estados Unidos, México, ni hablar… Toda la comunidad mexicana y latina amaba el programa y amaba a mi hijo. El apoyo de la gente y de los medios de comunicación nos ha fortalecido mucho como familia”.
Según el informe pericial, el lugar donde asesinaron a Ocaña fue posteriormente manipulado por los agentes. El actor no activó ningún arma esa noche, contrario al relato inicial de la Fiscalía: la bala nunca apareció y en el cuerpo del actor no encontraron rastros de pólvora que deja un revólver al disparar; huellas que sí presentó uno de los agentes que detuvo al intérprete. El calibre que provocó su muerte fue “5,56 x 45 mm. (.223″)”, el tipo de munición del rifle Beretta de servicio que portaba Leopoldo.
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